Por: Carlos Enrique Aguayo Quiroz.
México cuenta con una vasta riqueza en su zona costera, alto potencial pesquero, acuícola, turístico y comercial en donde se desarrollan actividades económicas importantes debido a la fuente que ésta representa (Aguayo-Quiroz, 2015; Granados, 2012).
El manejo sustentable de recursos acuícolas principalmente camaronícolas, requiere de investigación aplicada y la formación de recursos humanos capacitados para incorporarse a actividades de monitoreo, evaluación y aprovechamiento de los recursos naturales.
El principal recurso de explotación y producción es el camarón, un crustáceo del orden de los decápodos el cual habita en regiones templadas, tropicales o frías. De acuerdo con algunos datos correspondientes al año 2011, dentro de los principales estados productores de camarón en México se encontraban; Sonora, Sinaloa y Nayarit, donde en base al registro del año mencionado el estado con mayor extensión para la producción de camarón fue Sinaloa, con 40,000 hectáreas y posteriormente Sonora, con 21,000 hectáreas (Zavariz, 2011).
Las enfermedades infecciosas son causa común de pérdidas económicas cuantiosas en la producción de organismos de interés comercial. En el año 20009 una devastadora enfermedad, que rápidamente se dio a conocer como síndrome de mortalidad temprana en camarones de granja o Necrosis Hepatopancreática Aguda (por sus siglas EMS/NHPA). Rápidamente se transportó a Vietnam, Malasia y Tailandia y en el 2013 se informó por primera vez que había cruzado el océano y llegado a México, generando un alto porcentaje de pérdidas debido a la muerte en el camarón antes de los 30 días de edad (Leyton & Riquelme, 2009).
En este mismo año, 2013, un equipo de investigación científica de la Universidad de Arizona identifico que la causa del EMS era la bacteria Vibrio parahaemolyticus, cuya causa de mortalidad en los organismos hacía referencia una biotoxina producida por la misma.
Uno de los estudios realizado en México para conocer el comportamiento de Vibrio parahaemolyticus y aportar algunos datos sobre el desarrollo óptimo de la bacteria, fue el realizado por Aguayo-Quiroz et al;2015, los cuales efectuaron la caracterización de cinco cepas bacterianas patógenas (tóxicas) y cinco inocuas (no tóxicas), procedentes de un mismo microorganismo (Vibrio parahemolyticus), a través de modificaciones en los factores de crecimiento bacteriano a distintas exposiciones (Salinidad, pH y Temperatura). Llevando a cabo la aplicación de un análisis multivariado y modelos gráficos utilizando el software PAST 2.14 (Hammer, et al., 2001), para finalmente hacer un comportamiento comparativo de las distintas cepas procedentes de V. parahaemolyticus, buscando obtener la susceptibilidad en post larvas de camarón blanco, sometiendo estas a infección experimental con la bacteria V. parahaemolyticus más patógena con la que se contaba, la cepa M0904 y de este modo hacer una comparación con los resultados obtenidos en las diferentes pruebas de caracterización, relacionando la naturaleza bacteriana con la mortalidad. Obteniendo de esta manera que V. parahaemolyticus se desarrolla mejor ante condiciones de un crecimiento óptimo a los 7 gr/L de sal, con crecimiento a partir de 0.5 gr/L de sal. Un pH óptimo de 8, con crecimiento a partir de 5, y una temperatura con un valor óptimo a los 37°C, con crecimiento a partir de los 20°C.
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